Rock de Bar
Por Miguel Ángel García Luna
Es sábado por la noche, se antoja ir por unas cervezas con unos amigos, conversar sobre lo que hemos hecho durante la semana o el tiempo que no nos hayamos visto. Por supuesto el lugar de reunión puede ser la casa de cualquiera de ellos o ¿por qué no? algún bar cercano con buen ambiente y sobre todo, buena música de fondo e incluso con bandas en vivo para amenizar la velada.
Por lo general no se puede tener el total control, sobre la música que se desea escuchar en público, pero en ocasiones la banda de rock que toca en ese bar de nuestra preferencia o en alguna fiesta nos pregunta que canción queremos escuchar. Pero nunca es una sorpresa saber lo que el público pide, y más si es un público en su mayoría noventero al que le encanta inhalar nostalgia cada vez que puede.
La pregunta es saber si a las bandas de rock que tocan en bares o en otros lugares no les aburre el que cada noche les pidan La planta, Lamento Boliviano, La chispa Adecuada, La célula que explota, Guitarras Blancas y por supuesto no menos trillada El final.
Claro que el incentivo económico es un factor a considerar, aunque no siempre es así, pues muchas bandas jóvenes tocan por el mero gusto de tocar y el público les exige fervientemente las canciones que ellos escuchaban en su adolescencia, como si el público de ese tipo de lugares le pagara a las bandas por tocar lo que ellos piden.
En fin, meternos en ese asunto nos sumergiría en un debate interminable, en donde el público va a relajarse y disfrutar el ambiente sin mayores pretensiones y una banda no puede probarse a sí misma en un bar o en una fiesta. Para eso hay otros lugares en los que tocar puertas.
Regresando al por qué existen tantos nostalfalgs de la música la respuesta es obvia: cada quien defenderá con uñas y dientes a sus cantantes o bandas predilectas que escuchaban en su generación. Por supuesto que no es absoluto, pues bastará con preguntarle a un rockero actual si defendería la música de Maluma sólo por ser de su época.
La generación pasada no tenía la opción de buscar más alternativas musicales que las que la radio o televisión les ofrecía, por lo que si Enanitos verdes o Caifanes se decían que eran lo mejor en la escena musical, no había discusión, al grado de defender a esas agrupaciones como vacas sagradas del movimiento rock en tu idioma y hasta la fecha el opinar en contra de aquellos movimientos resultaría en una discusión violenta. Lo mismo para quien creció en la época de The Beatles o Kiss, creerá que lo que escuchaban era lo mejor, así como sus padres en algún momento creyeron que Elvis o Chuck Berry no tenían comparación.
La cuestión no se trata tanto de tolerancia, sino de aceptación. El aceptar que son épocas totalmente distintas y los contextos musicales también lo eran. Ahora podemos tener a The Rolling Stones y a Linkin Park en una misma playlist de Spotify y se nos hace lo más común del mundo.
No tanto para las generaciones pasadas que no están acostumbradas a esa apertura. No por nada dicen que los seres humanos somos reticentes al cambio, y no está bien ni mal, sólo es cuestión de entendimiento.
Pero no nos enojemos jóvenes de esta generación con la pasada, y adultos de la anterior época no sean tan arrogantes al creer que sus gustos eran mejores, en gustos se rompen géneros (Ojo: no me refiero a calidad musical porque eso es punto y aparte también). El mundo de la música es muy amplio y variado, sería sano ampliar nuestros horizontes de vez en cuando y permitir que nuevos talentos emerjan y nos muestren nueva música que tanta falta nos hace, pues nunca sabemos si en aquella banda que toca en los bares o ferias y a la cual le negamos que toque nuevas propuestas podríamos encontrarnos a los próximos Caifanes o Soda Stereo, después de todo, esas bandas igual comenzaron tocando muchas puertas antes de alcanzar la cima. Tal vez en algunos años nuestra generación pida canciones de DLD, Enjambre o Zoé y el ciclo se repita, entonces si nos convertiremos en lo que juramos destruir.
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Si te gustan las propuestas recientes de la escena del rock mexicana, no puedes perderte a Enjambre y Siddhartha este 1 de diciembre en el Auditorio Gota de Plata de Pachuca. Como parte de su gira ´´Imperfecto Extraño´´, la banda zacatecana Enjambre visitará tierras hidalguenses para interpretar temas de su nuevo disco como ´´En tu día´´, ´´Vida en el Espejo´´ o ´´Celeste´´ y algunos clásicos de la banda como ´´Dulce Soledad´´, ´´Madrugada´´, ´´Visita´´ o ´´Manía Cardiaca´´. Por su parte Siddhartha, ex baterista de Zoé será quien los acompañe en esta nueva gira de conciertos.
